España es uno de los países donde más índice de pirateo hay del mundo. Este es un hecho que nos debería de hacer reflexionar. Está claro que ahora estamos en un momento complicado, pero es que éste no es un problema de ahora, sino que ya viene de muy antiguo. Es más, observo que ahora hay mayor sensibilidad precisamente por ello, principalmente en el ámbito de las empresas.
Debemos de distinguir entre dos ámbitos, el personal y el profesional. Del ámbito personal creo que es mejor no hablar. Conozco muy pocas personas que compren el software que utilizan en su ordenador, tanto si hablamos del propio sistema operativo (Windows principalmente) como en los programas que usan en el día a día. Entre mis conocidos, no conozco a ninguno que haya comprado el Oficce, por ejemplo, y sin embargo todos los tienen instalados en sus equipos.
En el ámbito profesional y de las empresas, observo de un tiempo a esta parte una mayor sensibilidad, sobre todo en lo relativo a la utilización de Microsoft Windows o de paquetes de ofimática. Creo que han calado las medidas coercitivas que se han publicitado masivamente y que han llegado a los responsables de muchas empresas. Con el licenciamiento OEM, es raro que algún cliente tenga instalado algún Windows pirata por ejemplo, e incluso es casi nulo que alguien lo solicite (a lo que nosotros claramente y de manera tajante nos oponemos). Observo además que muchos clientes ya te solicitan instalar paquetes ofimáticos como el Openoffice o el LibreOffice y que utilizan de manera habitual en sus oficinas.
Sin embargo, existen cantidad de programas que todavía se piratean de manera masiva, como los de diseño o los de gestión, por ejemplo.
Podemos aquí hacer una reflexión del porqué de este hecho, y hablar de si el precio es adecuado, de los distintos modelos de comercialización del software o de los costes ocultos del software pirata, que sin duda son elevados.
Centrándonos en estos costes ocultos, que todo el mundo piensa que le sale gratis y que es el más listo de la clase, pero no es así. Primero debemos de dedicar tiempo a buscarlo, después nadie nos va a certificar que esté libre de virus, malware, troyanos y demás bichería y por último nos perderemos estar al día con las actualizaciones y poder disponer de soporte.
Las últimas estadísticas indica que el 43% de las pymes utilizan software ilegal y creciendo. Hay que tener en cuenta el impacto económico que ésto supone en términos de puestos de trabajo para el pais, por ejemplo.
Curiosamente ésto ocurre mucho menos en los móviles, donde la gente ve de buen grado pagar por una aplicación o un juego unos cuantos euros. Están muy de moda las apps stores que puso en marcha Apple en su día y que han seguido el resto de fabricantes, como Nokia, Samsung, Microsoft, o incluso los propios operadores, como Vodafone o MoviStar. Podemos entonces pensar que el precio si marca la diferencia y que la labor comenzada por Apple es el camino a seguir, es decir disponer de un porfolio de aplicaciones enorme a un precio reducido, donde el fabricante se lleva un 70% y el comercializador el otro 30%, por ejemplo. Pero es que este mismo esquema está siendo trasladado a los ordenadores de sobremesa por Apple y le está dando también resultado. Es decir, con precios más elevados el modelo también funciona, y lo hace a nivel mundial.
La cuestión es que tampoco queremos cambiar. Existen cantidad de alternativas libres, sobre todo en el ámbito del Linux, con un entorno de escritorio cada vez más amigable y más parecido al de Windows y sin embargo conozco contadas empresas que se hayan cambiado y las que conozco son grandes monstruos que lo han hecho con gran atrevimiento principalmente para evitar el coste de las licencias. Pero cuando a la Pyme, que únicamente utiliza programas ofimáticos y de gestión, se lo planteas, lo descartan. Entiendo que hace falta todavía aquí una labor de formación y de educación y que muchas veces tiene que ver con lo que utilizamos en casa, que suele ser el escritorio Windows.