No dejan de aparecer nuevos móviles en escena, cada uno con más y más prestaciones, que si el nuevo Nexus 6, que si el iPhone 6 o el Plus, y todos nos centramos inmediatamente en lo nuevo que presentan:
Estas son todas las características en las que nos solemos fijar, y casi nunca en la autonomía que proporcionan. Los fabricantes lo saben, igual que conocen que asumimos tener que cargar el móvil cada día o bien que la autonomía de éste no llega al final del día. Las caracterísitcas de la batería de nuestro nuevo teléfono pocas veces son comparadas o tenidas en cuenta, tomándolo ya como un mal necesario. Y claro, a medida que usamos el móvil, la batería le va durando menos, pero nos da igual.
En todos estos años que llevamos usando nuestros nuevos y flamantes móviles, la batería es el elemento que menos ha evolucionado. Hemos pasado de nuestros antiguos teléfonos que duraban una semana sin recargar (como el Nokia 6100) a no parar de enchufarlos cada noche.
Lo peor es que todas estas nuevas caracterísitcas comentadas cada día consumen más energía y los terminales al ser más delgados es imposible dotarlos de mayor batería, un círculo vicioso del que es muy difícil salir.
Es cierto que si hay varios terminales, como el Motorola Droid que se han preocupado de aumentar la capacidad de la batería, pero son casos contados. Como mucho los fabricantes y los diseñadores de iOs y Android se están preocupando en un menor consumo de éste y una optimización a sabiendas de que nuestros nuevos teléfonos no tendrán baterías más gordas ni de mayor capacidad.
Como ejemplo sirva el nuevo Motorola Moto G, catalogado por muchos analístas como el mejore terminal por debajo de los 200 €. Ha aumentado el tamaño de la pantalla, pasando de 4,5 a 5 pulgadas y la cámara de fotos y su óptica, pero la batería sigue siendo la misma y ésto se nota en el terminal. Ha pasado de tener una autonomía fantástica (de dos o tres días dependiendo del uso) a que sea raro que pase del día. Y todo ello por el mayor consumo de la pantalla fundamentalmente.
Una recomendación la próxima vez que te compres un móvil, dale menos importancia al diseño, a los megapixels de la cámara o al grosor y algo más a la batería. Sin duda lo agradecerás y seguramente tu consumo eléctrico también.