Son momentos de cambios en HP, una de las mayores empresas de informática del mundo. Y muchos de sus problemas vienen derivados de que se venden menos ordenadores que nunca a favor de los dispositivos móviles. Esto está motivando serias reestructuraciones en los grandes monstruos de la informática que ven como tienen que reorientarse para seguir sobreviviendo.
Ya es algo que vimos antes con IBM, cuando vendió su división de ordenadores personales a Lenovo, y que ahora HP ha optado, en cierta medida por seguir su camino. HP dividirá su negocio de ordenadores personales de los servicios y venta a empresas, integrando esta última actividad en una nueva empresa que llamará HPE.
Y es que el negocio de impresoras y ordenadores personales es un lastre para la cuenta de resultados de HP, motivo por el que los inversores venían reclamando que fuera segregado del dedicado a empresas y corporaciones y que representa la mitad de sus ingresos con muchos menos gastos de personal.
Esta segregación de actividades llevará a HP a despedir a 10% de su plantilla actual, es decir a despedir a unos 30.000 empleados. Se trata además de un suma y sigue, ya que los ajustes de plantilla en HP lleva ya varios años con ajustes. Con esta oleada de despidos HP intentará ahorrar 2.700 millones de dólares, haciendo así la empresa más competitiva y con una estructura de costes acorde a los tiempos restrictivos que se viven en el ámbito de las ventas de ordenadores personales e impresoras.